Sunday 21 June 2009

XII DOMINGO ORDINARIO

Domingo 21 de Junio 2009

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
4,35-40

Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos:
--Vamos a la otra orilla.
Dejando a la gente, se lo llevaron en la barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte huracán, y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón. Lo despertaron, diciendo:
--Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?
Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago:
--¡Silencio, cállate!
El viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo:
--¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?
Se quedaron espantados y se decían unos a otros:
--¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!
Comentario.
Jesús calma la tempestad, gesto que representa su poder como hijo de Dios; éste es un gesto muy en relación con el Antiguo Testamento, como lo vemos en el libro de Job, primera lectura.
Lo más sorprendente no es la tempestad calmada, sino la incredulidad de los apóstoles... Jesús los insta a tener fe....
San Marcos quiere mostrarnos quién es Jesús, yo diría quien debe ser para nosotros los cristianos de este siglo Jesús, la respeusta es el hijo de Dios en quien debemos creer, por encima de las tempestades del mundo, es más, no debemos tener ningún temor. Cuando tengamos esta confianza podremos decir con San Pablo: "...Es Cristo quién vive en mi..."

Saturday 13 June 2009

SOLEMNIDAD DEL CUERPO Y SANGRE DEL SEÑOR


SAN MARCOS
14, 12-16.22-26
El primer día de ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos:
--¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?
Él envió a dos discípulos diciéndoles:
--Id a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo, y en la casa en que entre, decidle al dueño: “El maestro pregunta: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?” Os enseñará una sala grande en el piso de arriba, arreglada con divanes. Preparadnos allí la cena.
Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la cena de Pascua.
Mientras comían, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo:
--Tomad, esto es mi cuerpo.
Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio y todos bebieron. Y les dijo: --Esta es mi sangre, sangre de alianza, derramada por todos. Os aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el
Reino de Dios.
Después de cantar el salmo, salieron para el Monte de los Olivos.