Saturday 30 January 2010

IV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

AÑO LITÚRGICO -C-
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
4, 21-30

En aquel tiempo, comenzó Jesús a decir en la sinagoga:
-- Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír:
Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios. Y se decían:
-- ¿No es este el hijo de José?
Y Jesús les dijo:
-- Sin duda me recitareis aquel refrán: “Médico, cúrate ti mismo”: haz también aquí en tu tierra lo que has hecho en Cafarnaún.
Y añadió:
-- Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempo de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del Profeta Elíseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado más que Naamán, el sirio.

Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.


Nota

El cristiano de hoy, está enfrentado a vivir su fe en un mundo que cada día será menos favorable a los valores del evangelio, y a otro cristianismo en gestación.
Este desafío, lejos de invitar al cristiano seguir la corriente del común de la gente; debe conducirlo a no renunciar a sus propios valores, a sentirse orgulloso del llamado del Señor y a no tener miedo a ser diferente, en una cultura que nos uniformiza.

El amor a la Palabra y su compromiso de bautizado, (en el bautismo el sacerdote dice en el momento de la unción con el santo Crisma:"...Y seas para siempre miembro de Cristo, sacerdote, profeta y Rey) ; serán las fuerzas que lo empujaran a ser profeta con su testimonio de vida, también con su palabra, en cualquier situación humana que viva.
Su compromiso con la Palabra, no lo librara de las vicisitudes de la vida y de la sociedad, sino que le dará la seguridad de la presencia de Dios en la historia, a través del amor al mensaje de Jesús y de su testimonio de vida.

Amílcar Ferro B. mxy

Saturday 23 January 2010

III DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO C

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
1, 1-4; 14-21

Ilustre Teófilo
IMuchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han verificado entre nosotros, siguiendo las tradiciones transmitidas por los que primero fueron testigos oculares y luego predicadores de la Palabra. Yo también, después de comprobarlo todo exactamente desde el principio, he resuelto escribírtelos por su orden, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.

En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea, con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan. Fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el Libro del Profeta Isaías y desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:

--“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor".

Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba, y se sentó.
Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles:
-- Hoy se cumple esta escritura que acabáis de oír.


Nota.

La liturgia de este domingo, nos muestra el programa de vida de Jesús y por ende de todo aquél que ha recibido “la Unción del espíritu” es decir todos los cristianos confirmados en la fe.
Anunciar la “Buena Nueva” a los pobres debe constituir una preocupación constante en la vida de las comunidades cristianas y de toda la Iglesia.

El mensaje de Jesús debe “Liberar” a los más necesitados, a los que sufren. Los ojos del cristiano tienen que buscar el dolor de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, siempre atentos a expresar con la ayuda incondicional, el rostro del Señor, para decirle que nos ama a todos.
Que las diferencias que crecen en mundo, en cuanto a las posibilidades o no, que tienen los seres humanos al acceso a la alimentación, a la salud, al trabajo y diferentes necesidades para lograr la felicidad, son fruto del egoísmo del hombre y no voluntad de Dios.
El caso de Haití es el más palpable en estos días.

Todo el mundo se ha movilizado, qué bueno!
¿Pero siempre debemos esperar una catástrofe para expresar nuestra solidaridad? Qué bueno poner nuestra mirada más lejos, o mejor hacer una análisis más profundo para buscar soluciones a una realidad que dura desde siempre. Varios colonizadores han pasado, los han dejado más pobres!

No contentarnos con una frase que se escucha a menudo en Europa con respecto a los países en vía de desarrollo:

“El gran problema son los gobiernos corruptos que no permiten a los pueblos salir de la miseria”. Tienen razón y es una verdad cruel! Pero cuando conocemos las historias de ciertos pueblos, son justamente las grandes potencias que han corrompido los gobiernos para poder comprar los minerales u otros a buen precio o en condiciones desequilibradas.
Todos entonces estamos hoy invitados a proclamar esa “Palabra que libera”, con nuestro testimonio de vida.

Amílcar Ferro B. mxy


Saturday 16 January 2010

II DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN
2, 1-11

En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea y la madre de Jesús estaba allí; Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino y la madre de Jesús le dijo:
-- No les queda vino. Jesús le contentó:
-- Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora.
Su madre dijo a los sirvientes:
-- Haced lo que él os diga.

Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dijo: Llenad las tinajas de agua.
Y las llenaron hasta arriba. Entonces les mandó:
Sacad ahora, y llevádselo al mayordomo.

El mayordomo probó el agua convertido en vino sin saber de donde venía (los sirvientes si lo sabían, pues habían sacado el agua, y entonces llamó al novio y le dijo:
-- Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú en cambio has guardado el vino bueno hasta ahora.
Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria y creció la fe de sus discípulos en él.


Nota.

Boda y banquete …Fiesta, alegría!!!!


La presencia de Dios en el mundo, debe siempre significar alegría para el cristiano.
Los símbolos de la boda y del banquete en el evangelio de Juan, quieren mostrar la cercanía de Dios en la historia humana, la presencia del Reino en medio de nosotros. Nada más cercano a los seres humanos que las celebraciones, nada más cercano a nosotros que Jesús.

Reconocer la presencia de Jesús en medio de nosotros, en nuestra cotidianidad, en la historia personal y comunitaria; será siempre un desafío para el ser humano creyente. Sin embargo, Él siempre está a nuestro lado, dando sabor y buen gusto a nuestra vida.

Las bodas de Caná y la insitencia del escritor sagrado en las tinajas vacías y luego llenas del buen vino; son la señal del amor de Dios y del nuevo rumbo de la humanidad con la venida de Jesús. Los ritos y medios para encontrarse con Dios, estaban vacíos de sentido, cargados de muchas normas deshumanizantes…
El vino nuevo y bueno traido por Jesús, es el surgimiento de un nuevo rumbo para la humanidad, hoy para cada lector; que cobra todo su sentido, cada vez que Jesús es fuente de toda inspiración, motivación y fuerza para todo aquél que quiera descubrirlo vivo en cada ser humano, en la historia; aún en aquella dolorosa del pueblo Haitiano, al que nos unimos en oración para que finalmente pueda vivir como verdadero hijo de Dios.
No permitamos que los ritos y signos con los que expresamos nuestra fe, nuestra relación con Dios, pierdan su sentido. Que de verdad expresen lo que vivimos en nuestro corazón.
Amílcar Ferro B. mxy